sábado, 16 de abril de 2016

Origen (Inception, 2010) de Christopher Nolan


La he visto ya unas cuatro veces y no me canso. Origen es una película única que me temo no tuvo el reconocimiento que merecía. Y creo que en buena parte fue por su exquisita complejidad.
La idea de la historia es simple: implantar una idea en el inconsciente de una persona, la idea se convierte en una obsesión, la idea te cambia la vida. Una manera moderna de espionaje industrial: primero robar estrategias o planes de negocio para llevarlo a un nivel más ambicioso y de éxito, pero igualmente peligroso. Pero el mundo del inconsciente se vuelve un poco complejo, dado que es algo que se escapa a nuestro raciocinio, y según vamos profundizando en él podemos acabar perdidos, que es exactamente la clase de peligro que acecha a los protagonistas de "Inception"
Leonardo DiCaprio interpreta a Cobb, un ladrón cuyo campo de acción es el inconsciente de sus víctimas, donde puede llegar a los pensamientos más ocultos y sustraerlos, sin embargo no es capaz de controlar el suyo propio, que le jugará muy malas pasadas a través del recuerdo de su esposa muerta.
Mediante planteamientos sencillos como "¿recuerdas alguna vez como comenzó ese sueño?" o llegar a comprender el porqué de nuestros sueños más surrealistas al relacionarlos con hechos o personas recientes en nuestra realidad, la historia que nos cuenta Nolan en esta ocasión tiene por protagonistas a varios ladrones-intrusos-en-nuestras-cabezas, arquitectos que elaboran la escenografía ensoñadora, químicos creadores de potentes sedantes... y un propósito esencial: poder volver a casa, a la realidad, al confort de lo que nos es familiar.
Si a esta fascinante historia le añades unos mágicos efectos especiales, la música "in crescendo" de Hans Zimmer y una sensación de espiral descendente que te acaba lanzando directamente a la realidad, llegas a una emoción final como sólo las grandes películas logran.
Creo que volveré a verla, porque cada vez que lo hago descubro una cosa nueva y me hace pensar en diferentes conclusiones ¿por qué? descúbrelo viéndola por primera u otra vez... y pregúntate cómo son tus sueños y cómo tu realidad.


martes, 21 de octubre de 2014

La vida secreta de Walter Mitty (The secret life of Walter Mitty, 2013) de Ben Stiller

A veces uno busca auténtica evasión y desconexión de la realidad en el momento en que decide emplear su tiempo libre en ver una película. Yo en ocasiones busco algo que me haga pasar miedo, o que me suba la adrenalina, o que me lleve a aventuras imposibles... Por eso, en la sinopsis de "La vida secreta de Walter Mitty" encontré un guiño muy evidente que me decía "¿Quieres aventuras y evasión? Pues de eso va esta peli". Además, soy fan de Ben Stiller. El hombre puede que esté cansado de interpretar siempre los mismos papeles, pero a mí me gusta su faceta cómica, de enredos y los cabreíllos que se pilla en las historias... Y ésta la ha dirigido él, así que debe estar cómodo interpretando a hombres sencillos.

Basado en los relatos cortos de de James Thurber publicados en The New Yorker en 1939, "La vida secreta de Walter Mitty" refleja el prototipo de hombre común de aquellos tiempos, al que le tocó vivir la Segunda Guerra Mundial y cuando regresó a la vida cotidiana nunca hablaba de sus vivencias. Walter Mitty es un hombre aburrido en su monótona vida que a menudo se evade de la realidad soñando despierto grandes aventuras que nunca tendrá a su alcance. De hecho existe el "síndrome de Walter Mitty" en aquellas personas que sufren lapsos de ensimismamiento y desconexión del mundo.



Esta historia ya contó con una adaptación cinematográfica en 1947, con Danny Kane como
protagonista, y fue odiada por el autor del relato por la excesiva dulzura de la historia en la gran pantalla. Ésta sin embargo es una película amable, para todos los públicos, pero en vez de azucarada es muy cómica, para evadirse de la realidad del todo, con auténticas aventuras y una gran fotografía en la composición de los planos, no en vano la trama gira en torno a la revista LIFE, célebre magazine de reportajes fotográficos. Es una especie de "Hacia rutas salvajes" pero en un tono menos realista y con un objetivo mas enfocado hacia la diversión.

Haré mención a la banda sonora porque creo que tiene "canciones-himno" que están muy bien elegidas para cada ocasión, como Arcade Fire y su ya mítico "Wake up", el "Space Oddity" de David Bowie o el "Stay alive" de Jose Gonzalez. Esas que seguro que a una hermana mía le gustan mucho... Estas melodías unidas a los impresionantes parajes que muestra la película, que claramente está rodada en sitios originales, aunque no todos los que propone la historia (solo EE.UU. e Islandia), harán que pasemos un rato muy entretenido en compañía de Walter Mitty y sus ensoñaciones.

No es una peli remarcable en la historia de la cinematografía, pero señores, este invento fue concebido como puro entretenimiento y eso es lo que es "La vida secreta de Walter Mitty". Que la disfruten!


martes, 1 de julio de 2014

The Wire & The Soprano: la realidad como ficción (parte II)

Tras haber visto Los Soprano y haber quedado gratamente satisfechos, nos lanzamos a ver otra de las series recomendadas en el mundillo de Internet y por el mismo Peter Griffin "no dejarás de hablar de Breaking Bad o de The Wire".
Y sí, la experiencia fue notable una vez más.

Lo más destacable de The Wire es cómo a través de cinco temporadas recrea al espectador la vida en la ciudad de Baltimore, visto a través de diferentes estamentos sociales, y todo gestionado desde el departamento de policía. La primera se centra en el problema más acuciante de la ciudad: el tráfico de drogas, que tiene tomadas las calles de los barrios periféricos mediante mafias callejeras. La segunda versa sobre otro de los pilares fundamentales de la economía de Baltimore: el puerto internacional, uno de los más importantes de la costa Oeste de Estados Unidos, y también punto importante de irregularidades y mafias. La tercera temporada vuelve a centrarse en el tráfico de drogas pero también en la política, los representantes de la ciudad. En esta ocasión, en un intento por regular el negocio de los estupefacientes, el departamento de policía legaliza una zona de la ciudad llamada "Hamsterdam" donde se puede comercializar libremente; el problema es que las autoridades de Baltimore no están al corriente de esta situación. La cuarta temporada analiza el problema de raíz en esta ciudad corrupta y se mete en el sistema educativo, donde se pueden comprender las aspiraciones de las nuevas generaciones de salir de la educación obligatoria cuanto antes y empezar a traficar con droga. Por último, la cuarta temporada vuelve a la política y nos da la visión de los medios de comunicación de Baltimore a través del diario Sun.

Como se puede ver, toda la serie es un análisis preciso de la vida social en una ciudad deprimida por la corrupción y el tráfico de drogas, una de las ciudades más importantes de Estados Unidos venida a menos por estas circunstancias. Pero el caso se puede extrapolar al género humano, a las miserias que nos buscamos cuando nos dejamos llevar por la codicia y la ambición. Además, The Wire, siempre ha reconocido ser fiel a la realidad, de hecho, algunos de sus intérpretes son gente de Baltimore que no recrea ningún papel más que el propio, y las localizaciones son las auténticas de la ciudad, con rincones y ambientes que hablan por sí solos (en la cabecera de la serie se puede ver un graffiti que sentencia "Bodymore-Murdaland", refiriéndose a "Baltimore, estado de Maryland").

Sus personajes son muchos y variados, reales ante todo, con sus virtudes y sus vicios, empezando por los protagonistas, a los cuales, durante muchos capítulos se les puede odiar y luego perdonar. Hay otros a los que vas cogiendo cariño a lo largo de la serie a pesar de ser totalmente amorales, pero entiendes que esto se parece más a la jungla que a la vida civilizada, por lo cual asumes que es cuestión de supervivencia, no de hacer el bien por encima de todas las cosas. Sobre todo cuando la sociedad está tan corrompida.

Este tipo de ficciones, The Wire y Los Soprano, son verdaderamente sorprendentes en sus personajes, pues es más difícil recrear un personaje complejo, como lo que somos en realidad, que hacer "buenos" y "malos" fácilmente identificables. Aviso, el que quiera ficción y asuntos extraordinarios, no los encontrará en estas dos series, por el contrario, se dará un golpe con la pura realidad, pero también con el ánimo de que la vida es una aventura y tú eres el protagonista. Además, y esto me perturba a veces: --la realidad supera a la ficción--

lunes, 30 de junio de 2014

Margin Call (2011) de J.C. Chandor

Hoy he visto en La 2 de TVE esta película porque no pude resistirme a la previa que daban de ella antes de su emisión. Entre el elenco de actores y la trama, basada en la caída de Lehman Brothers, dije: me viene al pelo ahora que estoy estudiando finanzas!

Y tengo que puntualizar, para mí películas como ésta sí que me causan terror... Porque son horrores que existen!

Una cinta sin sexo, ni violencia, los sentimientos los pasa de soslayo... qué demonios! es una película sobre el mundo de Wall Street, sobre lo que verdaderamente mueve el mundo: el DINERO!!! (o más bien lo manda al abismo...)
Más allá de la crítica que pueda encerrar, o mostrar, creo que es simplemente la visión de cómo ocurrieron las cosas en el otoño de 2008, con unas cuantas reflexiones mordaces de las que no se escapan ni los cabezas de turco, que son los protagonistas de Margin Call, ni la gente de a pie. No hay que ser un enterado de primera línea del mundillo de las finanzas y esas compra-ventas de nadas, sobre todo seis (6!) años después del lío mundial que se organizó con la caída de aquel gestor financiero mundial. Sobre todo porque en todo este tiempo, quien más quien menos, nos hemos enterado bastante bien de "la tostada".

Pues bien, este largometraje relata en poco más de 90 minutos lo que fueron aproximadamente las 24 horas previas a este crack financiero del siglo XXI, el primero del siglo y seguramente primero de los que todavía están por llegar. Un montón de caras conocidas representan a los directivos, y a algún que otro recién llegado a la firma, en una empresa que recrea ese gigante histórico de las finanzas que fue L. Bros. intentando solucionar un problema de magnitudes mundiales por haber vendido, en cuestión de días, millones de millones de productos financieros sin un respaldo económico real puesto por la empresa, porque ésta está en quiebra, palabra que no se menciona en toda la cinta. Y los gerifaltes de tan grave situación no muestran en esas horas decisivas ni un sentimiento: ni rabia, ni dolor, ni alegría, ni apenas preocupación. Simplemente se cargan a quien haga falta, sueltan arengas para autoconvencerse de que lo que hacen es lo correcto y piensan en dinero. Todo tiene un precio. Aún así, no deja de haber reflexiones en torno al concepto de "corrección" ¿qué es lo correcto... y para quién?
El final es muy abrupto, pues uno se espera el resumen de la caída, con imágenes reales de los noticiarios mundiales en aquel fatídico otoño de 2008. Pero así de abrupta fue la realidad. Como el final de este post.


PD: interesante los datos en torno a las verdaderas carreras de los personajes de Zachary Quinto (sí, es Sylar!) y Stanley Tucci. Me recuerdan que la fuga de cerebros no es sólo geográfica, sino que los cerebros también emigran a puestos más "fáciles" porque las compensaciones económicas son más suculentas...
o si no, pregúntense quién querría ser ingeniero aeronáutico si por dar buenas patadas a un balón te "forras" y te jubilas a los 35... si Uds. me entienden ;)

miércoles, 4 de junio de 2014

The Wire & The Soprano: la realidad como ficción (Parte I)

The Wire & The Sopranos

Es curioso cómo el fenómeno ´series´ es tan pegadizo hoy en día. Conozco a unos cuantos que seguimos simultáneamente la trama de tres o cuatro de ellas, a cada cual más diferente, y que sabemos valorar con exactitud por qué te gusta ésta o la otra, y qué es lo que hace genuina a cada cual.
Huelga decir que este fenómeno es el resultado de lo que Internet nos ofrece, pues todo lo que quieras ver, lo tienes; sólo tienes que elegir el momento. Aclaro esto porque el otro día me vi explicándole a alguien que esto de las series es algo más que una moda, y que no eres un ser raro si no consumes ninguna; y mucho menos que esto no es una carrera de a ver quién está más actualizado y a ver quien ha visto más, pues como ya he dicho, empezar es decidir cuándo quieres ver un capítulo de 40 o de 55 minutos... sin interrupciones ;) Además, las series permiten desarrollar las historias y los personajes de un modo muy natural, y a lo largo de mucho metraje, por lo que es natural que una serie pueda hacerse más propia que una película, pues se alcanza la intimidad con el argumento y, por supuesto, con sus protagonistas. Como con un libro. (Eso sí, la libertad que te da un libro para imaginarte todo eso, no tiene parangón!)

Hoy quería reflexionar sobre dos grandes series de los últimos tiempos, Los Soprano y The Wire, pues yo también llevo mucho tiempo oyendo hablar de estas dos producciones para la televisión y quería saber dónde radicaba su éxito (alguien se identifica con esto?). Así que entre el año pasado y este año me he visto las dos, sin prisa pero sin pausa, y con mirada crítica.


"Los Soprano" cuenta la historia de Toni Soprano, un italoamericano encarnado por James Gandolfini, miembro de una de las familias de mafiosos de Nueva Jersey. La suya es una de las familias más respetadas del estado de Nueva York, y él tiene probabilidades de hacerse con el control, como así acaba ocurriendo en la primera temporada, pero al mismo tiempo está desarrollando unos problemas físicos y mentales que le obligan a visitar a una psicoterapeuta a escondidas. Así que así empezamos a conocer el mundo de los Soprano, a través de las sesiones de terapia entre Toni y Jennifer Melfi (Lorraine Bracco).
En primer lugar decir que, al ser una serie de seis temporadas, tiene todos los chascarrillos y tributos al mundo del hampa, realidad y ficción, y cuenta en  su extenso reparto con actores que se han metido en la piel de gánsteres a menudo. Pero todo dentro de la cruda realidad, donde las persecuciones pueden ser torpes, las personas muy imperfectas y los trapicheos salen bien o mal por las más diversas razones. Y cruda, muy cruda, hay víctimas indiscriminadamente, aunque muchas veces el papel de víctima y verdugo se da en un mismo personaje: como la vida misma.
Dos de los capitanes de Toni tienen todo mi respeto y simpatía: Silvio (Steve Van Zandt) y Paulie (Tony Sirico). Pues en realidad son matones sin escrúpulos, pero que muestran su corazón y lealtad cuando las cosas se ponen realmente mal, aunque incluso ahí se muestren miserables. Como la vida misma. Realmente disfruto esta ficción-realista, pues hace que estés generando sentimientos encontrados hacia los personajes: a veces los amas y a veces los odias. A todos. Son papeles muy apasionados, las interpretaciones de muchos de los actores han debido acabar con sus nervios!
Por otro lado, la narrativa es transgresora por muchos motivos, uno de ellos es saber que vas a conocer todo esto primero a través de la terapia de Toni, y segundo, porque hay cosas en la trama que quedan sin resolver. Como la vida misma!
Silvio y Paulie

Mi reflexión final sobre Los Soprano es que invita a pensar sobre las virtudes y los vicios del poder, y al poder por encima de todas las cosas, aquel que te hace creer que lo puedes todo. Y eso es lo que vemos en la figura de Toni Soprano, una persona a la que vemos "crecer" en la jerarquía de la familia de Nueva Jersey y con ella saborearemos las mieles de estar en la cumbre, pero también sus profundas miserias, responsabilidades y la soledad de tan alto cargo.
Ahora, hay que tener muy presente el tema de la "realidad". Si buscas acción a raudales y unas tramas increíblemente bien hechas, como en Breaking Bad, Juego de Tronos o Espartaco, esta serie al principio no te convencerá. Pero es que es como un buen libro de los gordos, necesitas muchos capítulos para ponerte al hilo de la trama. Y recomiendo prestar mucha atención a la escena final de la serie, para poder sacar conclusiones propias antes de leer teorías en la red.
Larga vida a Los Soprano y D.E.P. su protagonista, que sin duda, hizo el papel de su vida.

domingo, 6 de abril de 2014

Her (2013) de Spike Jonze

A veces necesitas ver una peli que te recuerde lo grande que es el cine, la cantidad de cosas que te pueden transmitir unos minutos, a veces más o menos extensos, de metraje.
Esta película, por ejemplo, "Her" de Spike Jonze... es sentimental, va de sentimientos humanos, representados mediante la increíble historia de amor entre un humano, de un no muy lejano siglo XXI, y su sistema operativo, que podría ser el famoso "Siri" que actualmente tenemos algunos en el teléfono. Tenía mucha curiosidad por verla, porque es de esas que, cuando te plantean la historia, te parece una bobada, pero que con más razón tienes que verla porque la gente te la recomienda, porque les ha gustado, luego no será una pérdida de tiempo.
Y sí, para mí son como un desafío, porque sé que me va a sorprender. 
En definitiva, la historia de un Joaquin Phoenix que en un futuro cercano se dedica a escribir las cartas íntimas de personas que le son ajenas, pero que él sabe cómo transmitir sus sentimientos, es su don, su especialidad. Ése ya es el primer punto curioso de la película. Y luego se compra un nuevo y revolucionario sistema operativo y ahí empieza la historia de amor de este film. 
Tras ver la película, las observaciones con mi compañero de vida no se han hecho esperar, y mientras que yo había analizado a lo largo de la historia mis propios sentimientos con los que se reflejan en ella, y me había gustado mucho la manera de expresarlos y recrearlos, Lucio me sorprendió con su punto de vista, según el cual la historia que habíamos visto era en realidad la historia de un hombre solitario... y no le faltaba razón! Porque entonces te pones a pensar en aquello de que nacemos, vivimos y morimos solos, que lo que sientes realmente lo experimentas tú mismo, otros te pueden acompañar en los sentimientos y vivirlos contigo, pero depende de uno mismo el cómo manejarse en esta vida según como reaccionemos a nuestros sentimientos... y eso puede llevar nuestros caminos en unas u otras direcciones. Y me ha encantado descubrir ese punto de vista.
Yo no me siento sola, pero suelo estar sola. El otro pensante suele andar menos solo que yo, pero le gusta estar solo. Yo soy muy sociable, pero a veces, entre mucha gente, me siento sola. La soledad no es mala, te ayuda a comprenderte mejor...
Puedes estar enamorado de algo que no es tangible, estar "solo en una relación", pero si eso te provoca una actitud más saludable y alegre frente a la vida y los que viven contigo, entonces tu paso por la vida habrá merecido la pena. Sólo, acompañado... pero tú contigo mismo y tu manera de tomarte el mundo, al fin y al cabo.

Yo recomiendo verla y dejarse llevar por las reflexiones sobre la vida. Quién dijo que el cine es pura fantasía?¿?¿?¿

Dedicado a mi gran amigo DavidOx :)



sábado, 29 de marzo de 2014

La mejor oferta (La migliore offerta, 2013) de Giuseppe Tornatore

Comienzo esta entrada con un "lo confieso". En el momento en el que empiezo a escribir la reseña sobre esta película confieso que no tenía ni la menor información sobresal misma. No sabía nada de ella. Ni año, apenas actores, ni localizaciones, nacionalidad,... Apenas sabía de qué iba el argumento. Me la habían recomendado mis padres unas horas antes.

Haré un pequeño inciso. En estos días estoy realizando estudios superiores sobre mercado del arte, y, aparte del proyecto de fin de Master en el que estoy trabajando (sobre el expolio de arte en tiempos de los nazis, otra paradoja "cinéfilo-artística" que tal vez comentemos), otro tema que capta mucho mi atención es el de las subastas de arte, la burbuja especulativa en el mercado artístico y lo manipulable que es el mundo financiero... y este largometraje, por lo poco que sabía, iba de un subastador de obras de arte...
...el caso es que no quería yo irme a la cama sin una historia de ficción que me ayudara a concentrarme en el mundo de las ilusiones (bendito cine!) y comencé a ver "La mejor oferta".
Últimamente reflexiono sobre lo que yo considero un nuevo género de películas con aquellas que me han gustado al generarme una serie de sentimientos encontrados. Al fin y al cabo, yo soy de las que cree que todo arte inspira algún tipo de sentimiento, que no te deja indiferente contemplar una pieza o escuchar una canción. Pero no de los sentimientos fáciles y típicos (ternura, miedo, asco, identificación, si es que se puede considerar como tal...) sino algo más fuerte que hace que tengas una experiencia que después recuerdas.
Pues así, de tal manera y en víspera de mi rendición al sueño, no puedo evitar incorporarme de alguna manera en la cama y empiezo a escribir estas líneas en el teléfono, antes de que el futuro "mañana" me haya robado otra vez las mejores ideas por pura pereza...
No puedo dejar de pensar en cómo la película me ha llevado durante dos horas a sentimientos de agrado, gusto por una buena historia, desconcierto, insatisfacción, curiosidad, miedo (del bueno, del auténtico) disgusto, sorpresa, y satisfacción... Porque estoy en la cama y no puedo dejar de sentirme inspirada por una pieza de arte; que es de lo que va la trama y de artística, como quiero calificar a esta película.

Mañana, más! 1:58 a.m. 28-3-14

¨La mejor oferta" es la historia de Virgil Oldman, un experto tasador de obras de arte antiguo, que un día recibe la misteriosa llamada de una joven que quiere poner a la venta todo su patrimonio familiar en la prestigiosa casa de subastas del señor Oldman. Pero por más que lo intenta, nunca consigue ver a la joven heredera de tan vasta herencia... y tiene unas pertenencias igual de misteriosas. No daré más detalles de la trama, invito a verla y sacar conclusiones propias, pero a mí me ha gustado mucho por los personajes, las localizaciones, la historia, que al principio gira mucho en torno a este mundillo tan selecto que es el de las subastas de arte antiguo, la música, que es del mítico Ennio Morricone, y la psicología de los protagonistas. Además, cuanto menos se sepa de la trama, más se deja uno sorprender por lo que va a ver, pues se empieza viendo una situación y progresivamente la historia da un giro que hace pensar "ya sé cómo puede acabar todo esto" para, finalmente llegar a un torbellino de sensaciones y recapitulaciones que, o ilumina o desconcierta al espectador, pero no deja indiferente en mi opinión. Hay algunos puntos surrealistas que pueden hacer pensar que son adornos, pero acaban teniendo sentido, y eso me encanta.
Luego, las relaciones que se establecen entre los personajes, algunas ya añejas, son muy importantes, no perder detalle; y la fotografía, los interiores y los exteriores están muy bien tratados, sobre todo porque ubica la historia en un sitio que podía ser pero que no es, es decir, es muchos sitios pero ninguno en concreto. Este punto para mí es muy destacable, pues soy muy fan de las localizaciones de las películas.
Debo añadir que, del mundo del mercado del arte se podrían hacer un montón de películas, por lo fantástico que es y porque se le puede aplicar aquello de "la realidad SIEMPRE supera a la ficción". No digo más... ;)

Aunque mi valoración pueda parecer demasiado benigna en comparación a otras que he leído, soy consciente de que mi punto de vista puede estar subjetivado por lo que comentaba en el inciso, pero si esta película me ha animado a escribir una vez más en este proyecto, bienvenida sea!